Textos discontinuos



Textos discontinuos

Al referirse al tema de textos discontinuos, es importante primero tener claro el concepto de textos continuos, el cual es el siguiente: “Son textos formados por párrafos que, a su vez, se hallan organizados en oraciones. Los párrafos pueden formar parte de estructuras mayores, como apartados, capítulos y libros.” (M. Wilfredo Gonzales Flores, Editorial San Marcos, mayo 2013).
Están formados por una serie de listas; algunos son listas únicas, simples, pero la mayoría están constituidos por una combinación de varias. Las tablas, gráficos, diagramas, anuncios, horarios, catálogos, índices y formularios son ejemplos de textos discontinuos, que aparecen tanto en el medio impreso como electrónico. (Rodríguez, G. La reflexión sobre la lengua y la enseñanza de la gramática, Textos de Didáctica de la Lengua y de la Literatura, p. 60-73, julio 2011.)
Una vez que se tiene claro este término se puede proseguir a discutir acerca de los discontinuos, los cuales se organizan de una manera diferente a la de los continuos, “su comprensión requiere del uso de estrategias de lectura no lineal. Son presentaciones icónicas de datos. Se emplean en la argumentación científica y también en publicaciones periódicas para presentar visualmente información pública, numérica y tubular.” (M. Wilfredo Gonzales Flores, Editorial San Marcos, mayo 2013). Existen diferentes tipos que se pueden utilizar: Tablas, diagramas, mapas, formularios, publicitarios e infografías.
·         Tablas:Matrices o cuadros de doble entrada que se organizan en filas y columnas...” (M. Wilfredo Gonzales Flores, Editorial San Marcos, mayo 2013).
·         Diagramas: “Suelen acompañar a las descripciones técnicas (por ejemplo, para mostrar las piezas que forman un aparato doméstico), o a los textos expositivos instructivos” (M. Wilfredo Gonzales Flores, Editorial San Marcos, mayo 2013).
·         Mapas: “Textos que muestran las relaciones geográficas entre distintos lugares. Hay numerosas clases de mapas. Están los mapas de carretera, que indican las distancias y los recorridos entre unos lugares determinados, o los mapas temáticos, que indican la relación entre lugares.” (M. Wilfredo Gonzales Flores, Editorial San Marcos, mayo 2013).
·         Formularios: “Textos con estructura y formatos precisos que instan al lector a responder preguntas según unas pautas específicas. Los emplean muchas organizaciones para recopilar datos. Ejemplos: formularios de hacienda, solicitud de inmigración, de visado, cuestionarios estadísticos, etc.” (M. Wilfredo Gonzales Flores, Editorial San Marcos, mayo 2013).
·         Publicitario: “Textos que dan información puntual sobre un producto, servicio, etc. La finalidad es persuadir al lector.” (Alberto Yon, 2013).
·         Infografías: “Textos que presentan información resumida de un determinado tema, cusa impacto visual, su formato facilita la transmisión y localización de datos específicos. Están compuestos 4 partes diferentes: Títulos, texto, cuerpo y fuente.” (Alberto Yon, 2013).

La organización de la información en un texto discontinuo no es tan evidente como en un texto continuo, que presenta un desarrollo secuencial. En general, la lectura del texto discontinuo no es lineal, sino que el lector puede ir eligiendo por qué sector del texto va a transitar. Esto implica una toma de decisiones por parte del lector y puede aumentar la dificultad en la lectura. (Martínez, M. (2004).Discurso y aprendizaje. Cátedra UNESCO.)
 “Cada uno de los textos exige distintas técnicas de aproximación y de procesamiento de la información: Las características del texto condicionan como se lee. En un texto discontinuo la información está organizada en un formato diferente al del texto continuo y generalmente esta condensada en un poco espacio, lo que requiere del lector la construcción de significado desde las inferencias”. (Sistema de evaluación de aprendizaje, 2017).
Es importante saber que para poder entenderlos de forma más sencilla, se debe tener una visión global a la hora de leerlos, con una perspectiva amplia; el lector no se debe de preocupar tanto por los pequeños detalles, sino que debe de ser capaz de “extraer la información más general y sintetizada del texto, así como poder reconocer en el texto el tema y los subtemas, la idea principal, las ideas secundarias y el título”. (M. Wilfredo Gonzales Flores, Editorial San Marcos, mayo 2013).
Los textos discontinuos pueden ser muy útiles, especialmente para los estudiantes porque les suministra una herramienta para resumir grandes cantidades de información y recopilarla de forma más concisa, concentrándose únicamente en la información que tiene más importancia.

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